Hay elecciones dentro dentro de poco, los políticos se empiezan a mover, todos quieren ganar, pero solo uno va a llegar. Hacen obras, demuestran que se preocupan y ocupan por los asuntos de la ciudad y de los ciudadanos, y entonces la ciudad se empieza a mover; la gente se altera, está incontenta, insatisfecha, desilusionada y descréida porque intuye (basada en experiencias y gobiernos anteriores) que lo que viene no va a ser mejor. Y entonces hay caras largas, el apuro por llegar a casa, el "no me importa nadie más que yo", "no te respeto porque vos no me respetas", ya no te miro y si lo hago, te miro mal, y si logras que te mire, porque chatear con mi Blackberry es más interesante que comunicarme con el otro y observar el afuera. Y entonces la Ciudad está en pleno movimiento, obras que nunca se hicieron y se vienen a hacer a ahora y no se entiende para que ni porque, solo cabe pensar que es para entorpecer el tránsito. Obras, proyectos, nuevos transportes pensados para una ciudad que no los necesita, impulsados y presentados por un gobernante que se cree que vive en una ciudad Europea. Desentendimientos, cortes y más cortes, la ciudad es un caos!! Los problemas son prometidos desaparecer por montones de políticos. Pero las quejas de los usuarios aumentan. Los enojos también. Leyes que se sancionan para regularizar el abuso de los sectores privados. Otras para controlar y regular derechos para aquellos que no siempre los tuvieron y generalmente son minorías. Estamos en un Mundo de cambios, en una Nación que se está moviendo bastante, cosas nuevas salen día a día y se implementan, algunas para preservar la Salud, otras para garantizar el Bienestar General, otras para evadir lo inconstitucional. Vivimos en un país donde la gente lo único que sabe hacer es quejarse, mirar su ombligo y quejarse, pero nunca mira los resultados a corto o largo plazo. Se quejan del Gobierno que no hace nada o lo que hace está mal, pero no se dan cuenta que algunas medidas que toma son para reducir la brecha entre la Riqueza y la Pobreza. Yo tengo una Presidenta que por más que se vista con trajes carísimos y parezca que solo tiene buen discurso, es la más humana, concreta y objetiva que tuvimos en estos últimos tiempos. Yo estoy orgulloso de mi Presidenta. Sin embargo,no estoy orgulloso con la Sociedad que somos, está bien, quedamos muy golpeados y anesteciados por todo lo que vivimos, pero de todas maneras somos muy inmaduros, muy individualistas; nos falta crecer y entender muchísimo aún... (Continuará). Escrito por Mariano L. Jorge.



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