Bueno, lo que a continuación relato, son palabras de una persona que no me conoce casi nada pero que no es necesario que lo haga, ya que somos tan, pero tan iguales, que en tan poco tiempo y con haberle contado poquitas cosas mías, me sacó una Radiografía al 200 % de como soy... Mejor que cualquier otra persona que puede conocerme más o algún que otro Terapeuta que ha pasado por mi vida... Nunca, pero nunca nadie me dijo las cosas tan directas y reales como lo hizo ella...
Ella es Fernanda, una compañera de trabajo que conozco hace poco y que es como mi Gurú Emocional y Mental, en principio porque es muy concreta y perceptiva y en segundo lugar porque se ve identificada conmigo al máximo, ya que somos 2 gotas (pero literal eh) de agua...
En fin, esto surgió a raíz de algo que pasó este Domingo en mi casa y por otras cosas que le vengo contando y entonces acumuló, y zás!, he aquí su devolución:
"Yo no lo conozco a tu viejo, ni a Mateo; y a vos, te conozco poco y nada. Por lo poco que puedo percibir, me doy cuenta de que nos parecemos mucho: Sufrimos de tres cosas que, juntas, son más pesadas que la Hamburguesa Stacker 5.0 Edición Limitada de Burguer King….! Somos insufriblemente egoístas, fácilmente “aburribles” y quejosos al por mayor. Cualquiera sea el orden de sucesión, terminamos estallando y haciendo estallar al otro ( o nó, como le pasó a tu viejo que, por lo que me contaste, no te dio mucha bola). Ejemplos sobran, pero el caso es que siempre pretendemos que el otro adivine lo que nos pasa, pensamos de forma idiota y cuadrada: …No se da cuenta de lo que me pasa….????!!!! Y la verdad……. es que NO!. No se dan cuenta de lo que nos pasa si no lo expresamos de la manera correcta. El 90% del tiempo estamos viendo qué queremos hacer, qué tenemos ganas de hacer, qué queremos que el otro haga o diga por o para nosotros…..Por lo menos yo, me aburro rápido. Me aburro de lo que escucho, me aburro de lo que como, me aburro de lo que pasan en la tele (por eso vivo haciendo zapping), me aburro de la ropa que tengo, de mi peinado, del peinado del otro, me aburro de las personas que me rodean, de las caras de las personas que me rodean, me aburro de la rutina….me aburro de la vida. Entonces ahí llega con su mudita de ropa la Sra. Quejosidad, ella muy bien predispuesta viene a hacernos compañía y a envolvernos con su mantita de quejas que con tanto amor tejió para nosotros, de cualquier tipo, sobre cualquier cosa, de lo que sea, de lo que se te ocurra,. Y ahí vamos con la mantita… llorando y como buenos hijos de puta se la tiramos encima al otro. Le decimos: Tomá!, por no ser cómo yo quiero, por no entenderme, por no decirme lo que yo quería que me digas, por portarte mal conmigo o simplemente por conocerme y ser parte de mi rutina: Tomá! y el otro se queda ahí… o no. Algunos se van.
Así perdí mucha gente, los que son familia se quedan, “no les queda otra”, te bancan (haciendo un esfuerzo infrahumano) mientras vivís con ellos, mientras son parte de tu vida diaria, y los que no son familia…. deciden.
El punto es que esto no es chiste para nosotros. Yo lo sufro. A diario me doy cuenta de que hay gente que voy a perder, que va a decidir no ser más parte de mi rutina, que va a ver más mis cosas malas que mis cosas buenas, que va a decidir buscar otra persona que los trate bien, tan simple como eso…. alguien que los trate bien. Y lo peor de todo es que, me doy cuenta. Me doy cuenta y, sin embargo, no puedo controlar esa voz interna que, cuando estoy aburrida o cuando me agarra una crisis aguda de egoísmo, comienza a golpear la puerta de la “Oficina del Insatisfecho”. Una puerta fácil de abrir y difícil de cerrar.
Para intentar balancear un poco mis relaciones interpersonales, tengo un truco: sabiendo que doy lo peor de mí, también doy lo mejor. Tengo muchas cosas buenas y las comparto con los pobres infelices que deciden compartir sus vidas conmigo. Después de todo, por algo deciden quedarse. Después de todo, nos quieren. O nó…talvez se quedan por simple conformismo; porque, por ahora, no tienen un menú más tentador, por miedo a estar solos….no no no no no me hagas caso: (ya estoy golpeando la puerta!). Después de todo, lo malo no debe ser tan malo. Y lo bueno debe ser buenísimo. (Ahora que lo pienso… es como el choripán: en el medio tiene un montón de cosas horribles que prefiero ni enterarme…pero el desgraciado pide a gritos que lo coma, es lo más!!!!)
Y con respecto a tu papá: Vos decís: “No es el papá que me hubiese gustado tener”. Te preguntas de vez en cuando si él se cuestiona lo mismo con respecto a vos?. Acaso no tienen el mismo derecho….? es decir, por qué debería ser el padre que vos queres que sea si la vida no le dio a él el hijo que le hubiese gustado tener….será, realmente, que la balanza está tan desbalanceada…?
Espero que la visión del mundo de una mina insoportable, pero buena mina al fin, te sirva de algo"
Ella es Fernanda, una compañera de trabajo que conozco hace poco y que es como mi Gurú Emocional y Mental, en principio porque es muy concreta y perceptiva y en segundo lugar porque se ve identificada conmigo al máximo, ya que somos 2 gotas (pero literal eh) de agua...
En fin, esto surgió a raíz de algo que pasó este Domingo en mi casa y por otras cosas que le vengo contando y entonces acumuló, y zás!, he aquí su devolución:
"Yo no lo conozco a tu viejo, ni a Mateo; y a vos, te conozco poco y nada. Por lo poco que puedo percibir, me doy cuenta de que nos parecemos mucho: Sufrimos de tres cosas que, juntas, son más pesadas que la Hamburguesa Stacker 5.0 Edición Limitada de Burguer King….! Somos insufriblemente egoístas, fácilmente “aburribles” y quejosos al por mayor. Cualquiera sea el orden de sucesión, terminamos estallando y haciendo estallar al otro ( o nó, como le pasó a tu viejo que, por lo que me contaste, no te dio mucha bola). Ejemplos sobran, pero el caso es que siempre pretendemos que el otro adivine lo que nos pasa, pensamos de forma idiota y cuadrada: …No se da cuenta de lo que me pasa….????!!!! Y la verdad……. es que NO!. No se dan cuenta de lo que nos pasa si no lo expresamos de la manera correcta. El 90% del tiempo estamos viendo qué queremos hacer, qué tenemos ganas de hacer, qué queremos que el otro haga o diga por o para nosotros…..Por lo menos yo, me aburro rápido. Me aburro de lo que escucho, me aburro de lo que como, me aburro de lo que pasan en la tele (por eso vivo haciendo zapping), me aburro de la ropa que tengo, de mi peinado, del peinado del otro, me aburro de las personas que me rodean, de las caras de las personas que me rodean, me aburro de la rutina….me aburro de la vida. Entonces ahí llega con su mudita de ropa la Sra. Quejosidad, ella muy bien predispuesta viene a hacernos compañía y a envolvernos con su mantita de quejas que con tanto amor tejió para nosotros, de cualquier tipo, sobre cualquier cosa, de lo que sea, de lo que se te ocurra,. Y ahí vamos con la mantita… llorando y como buenos hijos de puta se la tiramos encima al otro. Le decimos: Tomá!, por no ser cómo yo quiero, por no entenderme, por no decirme lo que yo quería que me digas, por portarte mal conmigo o simplemente por conocerme y ser parte de mi rutina: Tomá! y el otro se queda ahí… o no. Algunos se van.
Así perdí mucha gente, los que son familia se quedan, “no les queda otra”, te bancan (haciendo un esfuerzo infrahumano) mientras vivís con ellos, mientras son parte de tu vida diaria, y los que no son familia…. deciden.
El punto es que esto no es chiste para nosotros. Yo lo sufro. A diario me doy cuenta de que hay gente que voy a perder, que va a decidir no ser más parte de mi rutina, que va a ver más mis cosas malas que mis cosas buenas, que va a decidir buscar otra persona que los trate bien, tan simple como eso…. alguien que los trate bien. Y lo peor de todo es que, me doy cuenta. Me doy cuenta y, sin embargo, no puedo controlar esa voz interna que, cuando estoy aburrida o cuando me agarra una crisis aguda de egoísmo, comienza a golpear la puerta de la “Oficina del Insatisfecho”. Una puerta fácil de abrir y difícil de cerrar.
Para intentar balancear un poco mis relaciones interpersonales, tengo un truco: sabiendo que doy lo peor de mí, también doy lo mejor. Tengo muchas cosas buenas y las comparto con los pobres infelices que deciden compartir sus vidas conmigo. Después de todo, por algo deciden quedarse. Después de todo, nos quieren. O nó…talvez se quedan por simple conformismo; porque, por ahora, no tienen un menú más tentador, por miedo a estar solos….no no no no no me hagas caso: (ya estoy golpeando la puerta!). Después de todo, lo malo no debe ser tan malo. Y lo bueno debe ser buenísimo. (Ahora que lo pienso… es como el choripán: en el medio tiene un montón de cosas horribles que prefiero ni enterarme…pero el desgraciado pide a gritos que lo coma, es lo más!!!!)
Y con respecto a tu papá: Vos decís: “No es el papá que me hubiese gustado tener”. Te preguntas de vez en cuando si él se cuestiona lo mismo con respecto a vos?. Acaso no tienen el mismo derecho….? es decir, por qué debería ser el padre que vos queres que sea si la vida no le dio a él el hijo que le hubiese gustado tener….será, realmente, que la balanza está tan desbalanceada…?
Espero que la visión del mundo de una mina insoportable, pero buena mina al fin, te sirva de algo"
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