Había una vez un Bicho Raro que íba divagando solo por el mundo, apoyándose en
cada hoja y trepando cada planta que encontraba; mirando como sus colegas
volaban y otros tantos intentaban vivir y sobrevivir...
De pronto, algo diferente parecía haber llegado para él: otro Bicho (Solo y Raro también) apareció en su camino, era muy parecido a él, hasta diría que casi igual. Se miraron fijamente, muy silenciosos y se saludaron. Sin decirse mucho decidieron acompañarse en sus caminos. A partir de ahora observaban todo juntos, compartían momentos, se entendían con solo mirarse; ya no estaban solos, ahora tenían a alguien con quien hacer todas sus cosas. Aunque claro está que cada uno también tenía sus momentos, espacios y actividades solos (como debe ser), pero lo importante era que cada uno se apoyaba mucho en el otro y cuando a uno se le rompía un ala, se le quebraba una antena o se lastimaba la patita, el otro siempre estaba para sostenerlo y curarlo.
Pero claro, como es normal en el ciclo natural de la vida, con el tiempo fueron apareciendo cosas nuevas y algunos obstáculos que hacían que todo se complicara un poco más. A veces un Bicho no podía estar cuando el otro lo necesitaba porque tenía otras obligaciones o asuntos que cumplir o simplemente sentía que estaba lejos o distante y entonces ocurría que uno de ellos se enojaba y, tal vez, pasasen días sin hablarse. Pero enseguida comenzaban a calmarse y el enojo se les pasaba y se convertía en ganas de volver a hablar y verse, se extrañaban.
Con el tiempo también aparecían nuevos proyectos y caminos que, si bien eran individuales, tenían que ver con el futuro de ambos y juntos; para lo cual siempre trataban de consultarse que hacer, que medidas tomar, como hacerlo, si estaba de acuerdo o no, etc., es decir, se pedían ayuda y consenso. Siempre era importante lo que un Bicho le podía llegar a decir al otro.
Siguieron pasando muchas cosas entre ellos y cada vez eran más, tantas que hacían todo se volviera más raro, porque cuanto más avanzaba el tiempo, más parecía tranquilizarse y estabilizarse su relación como así también cada pelea que aparecía o había era más intensa y costaba más reconciliarla. Parecían entenderse más y menos al mismo tiempo, era complicado llegar a un acuerdo, hablar y ponerse en el lugar del otro y no enojarse, en fin: era complicado entenderse. Hubieron peleas, distancias, tiempos, llantos, ataques de nervios, crisis, angustias, sentimientos negativos y demás cuestiones que hacían sentir que todo pareciera desplomarse.
Pero no obstante, el amor que se tenían no permitió que eso ocurriera; y así como toda esa tormenta pasaba, también ocurrían nuevas cosas buenas (para bien): surgían nuevos proyectos en común, actividades compartidas, noches seguidas de dormir juntos y abrazarse con el ala entera y fuertemente (casi sin despegarse), charlas de apoyo y contención, palabras de amor, miradas cada vez más comprometidas y un camino largo, largo y difícil que entendieron que tenían que transitarlo juntos y acompañarse siempre, esperarse y nunca bajar sus alas. En definitiva lo que pasaba entre ellos era amor, amor, amor y más amor; es que un año de estar juntos se acercaba.
Y así fué como casi llegando al Año, el amor que ambos habían construido juntos se había vuelto más que indestructible y tan intacto como el primer día, y no solo eso, pues había crecido mucho más que sus propias alas!!!. Es que habían podido entender que cada uno era un Bicho Raro, difícil de entender y complicado para estar con el otro pero que con amor y si hay amor todo se puede y lo demás es accesorio. Entendieron y aprendieron de una vez que el amor era el único que los íba a salvar y sacar adelante a esos dos Bichos Raros y, de hecho, fué el único que pudo unirlos. Porque un Bicho Raro puede estar únicamente con otro Bicho Raro. Y dos Bichos Raros merecen estar juntos gracias al Amor y por ser Raros (cosas que lo unen y por eso están juntos).
De pronto, algo diferente parecía haber llegado para él: otro Bicho (Solo y Raro también) apareció en su camino, era muy parecido a él, hasta diría que casi igual. Se miraron fijamente, muy silenciosos y se saludaron. Sin decirse mucho decidieron acompañarse en sus caminos. A partir de ahora observaban todo juntos, compartían momentos, se entendían con solo mirarse; ya no estaban solos, ahora tenían a alguien con quien hacer todas sus cosas. Aunque claro está que cada uno también tenía sus momentos, espacios y actividades solos (como debe ser), pero lo importante era que cada uno se apoyaba mucho en el otro y cuando a uno se le rompía un ala, se le quebraba una antena o se lastimaba la patita, el otro siempre estaba para sostenerlo y curarlo.
Pero claro, como es normal en el ciclo natural de la vida, con el tiempo fueron apareciendo cosas nuevas y algunos obstáculos que hacían que todo se complicara un poco más. A veces un Bicho no podía estar cuando el otro lo necesitaba porque tenía otras obligaciones o asuntos que cumplir o simplemente sentía que estaba lejos o distante y entonces ocurría que uno de ellos se enojaba y, tal vez, pasasen días sin hablarse. Pero enseguida comenzaban a calmarse y el enojo se les pasaba y se convertía en ganas de volver a hablar y verse, se extrañaban.
Con el tiempo también aparecían nuevos proyectos y caminos que, si bien eran individuales, tenían que ver con el futuro de ambos y juntos; para lo cual siempre trataban de consultarse que hacer, que medidas tomar, como hacerlo, si estaba de acuerdo o no, etc., es decir, se pedían ayuda y consenso. Siempre era importante lo que un Bicho le podía llegar a decir al otro.
Siguieron pasando muchas cosas entre ellos y cada vez eran más, tantas que hacían todo se volviera más raro, porque cuanto más avanzaba el tiempo, más parecía tranquilizarse y estabilizarse su relación como así también cada pelea que aparecía o había era más intensa y costaba más reconciliarla. Parecían entenderse más y menos al mismo tiempo, era complicado llegar a un acuerdo, hablar y ponerse en el lugar del otro y no enojarse, en fin: era complicado entenderse. Hubieron peleas, distancias, tiempos, llantos, ataques de nervios, crisis, angustias, sentimientos negativos y demás cuestiones que hacían sentir que todo pareciera desplomarse.
Pero no obstante, el amor que se tenían no permitió que eso ocurriera; y así como toda esa tormenta pasaba, también ocurrían nuevas cosas buenas (para bien): surgían nuevos proyectos en común, actividades compartidas, noches seguidas de dormir juntos y abrazarse con el ala entera y fuertemente (casi sin despegarse), charlas de apoyo y contención, palabras de amor, miradas cada vez más comprometidas y un camino largo, largo y difícil que entendieron que tenían que transitarlo juntos y acompañarse siempre, esperarse y nunca bajar sus alas. En definitiva lo que pasaba entre ellos era amor, amor, amor y más amor; es que un año de estar juntos se acercaba.
Y así fué como casi llegando al Año, el amor que ambos habían construido juntos se había vuelto más que indestructible y tan intacto como el primer día, y no solo eso, pues había crecido mucho más que sus propias alas!!!. Es que habían podido entender que cada uno era un Bicho Raro, difícil de entender y complicado para estar con el otro pero que con amor y si hay amor todo se puede y lo demás es accesorio. Entendieron y aprendieron de una vez que el amor era el único que los íba a salvar y sacar adelante a esos dos Bichos Raros y, de hecho, fué el único que pudo unirlos. Porque un Bicho Raro puede estar únicamente con otro Bicho Raro. Y dos Bichos Raros merecen estar juntos gracias al Amor y por ser Raros (cosas que lo unen y por eso están juntos).
Así que Feliz CumpleAÑO Amor!!!
Y aunque seas
raro, me dí cuenta que yo también soy raro y por eso estamos juntos, porque
somos dos Bichos y Raros! :-)
Nos deseo lo mejor en este camino que decidimos y elegimos transitar juntos para siempre...
Nos deseo lo mejor en este camino que decidimos y elegimos transitar juntos para siempre...
Te Amo Raro, Te Amo Bicho, Mi Bicho Raro!
Jejeje
:-)
Es muy bonito bicho! me encanto, perdon por no haberte escrito antes. Te amo tanto! Somo dos bichos raros pero que se aman mucho
ResponderBorrar