DAR NO ES DAR...

a veces creemos cosas que no terminan siendo...
a veces dar no es dar cuando no recibís...
ni siquiera recibís algo...
o recibís algo que está totalmente tergiversado de lo que diste...
y ni hablar cuando lo esperás, y nunca llega...

a veces nos portamos mal, muy mal...

a veces elegimos mal, muy mal...

no entiendo y entiendo como nos tienen que pasar tantas cosas para entender lo que en su momento no entendía o, enceguecido, no veía...

hoy por hoy, me cierran muchas cosas...

hoy por hoy el panorama es otro...

pero, en buena hora, porque un dicho dice, "no hay mal que por bien no venga"...

y sí, es una mala jugada que así tenga que ser, pero es así! jeje...


lo que no entiendo mucho es como no aceptamos un "no" como respuesta y por ello porque para algunas personas es tan necesario utilizar algunas conductas humanas psicológicas psicóticas manipuladoras...


¿es necesario?


evidentemente parece ser que sí...




en fin...




hay cosas que voy a seguir sin entender, por supuesto, pero bueno, lo importante (y lo que sí entiendo) es que sé que nunca estuve manchado con nada ni manché a nadie con mis palabras ni mis actos, ni me contaminé de ese petróleo viscoso, de doble discurso y acción que anda derramado por ahí... puaj...


en resumen: lo importante es ser como es uno y mantenerse firme con sus principios y valores... y por lo principal, nunca joder ni MANCHAR al otro...




sean leales... siempre gente, SIEMPRE!!! :-)




:-/






NaNo 2010

LEYENDA...

JORGE LUIS BORGES

Leyenda

 

Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron un fuego y comieron.

Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que le fuera perdonado por su crimen.

Abel contestó:

—¿Tu me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como antes.

—Ahora sé que en verdad me has perdonado —dijo Caín—, porque olvidar es perdonar. Yo trataré de olvidar. Abel dijo despacio:

—Así es. Mientras dura el remordimiento dura la culpa.



Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1889 - Ginebra 1985). Obras: El Aleph, El libro de Arena y Ficciones. El texto fue tomado de Elogio de la sombra.