miércoles, 23 de febrero de 2011

La Comida es como la Moda...

Claro, de acá a 50 años puede ocurrir que un Champignon resulte ser grassa y algo nuevo lo reemplace y se convierta en lo Top del momento... lo mismo con el Sushi...

Como así también, nos pueda resultar que en un plato haya mezcla de salsas o de comidas; por ejemplo: una Salsa de Queso con Tomate no va... o un Salmón con Papas Fritas tampoco combinan...

Por eso: las comidas son como la moda, siempre hay una que se inventa y se pone de moda y es lo que se "come" hoy en día y está pro... desplazando a otras, simplemente por ser más exóticas o más sabrosas...

Son cosas que hoy en día con la comida no se cuestionan o no se aprecian tanto como sí se hace con la moda... pero si se lo ponen a pensar, es exactamente lo mismo... y yo creo  que en el día de mañana sí se va a empezar a mirar todo esto...

En fin, teorías y análisis tontos míos que sigo haciendo producto de mi maquinamiento... jijiji!

:-D

El Cuervo, de Edgar Alan Poe



Cierta medianoche aciaga, cuando, con la mente cansada,
meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral y asentía, adormecido,
de pronto se oyó un rasguido, como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
«Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal; sólo eso y nada más.»


¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre
Cada chispa desfalleciente dejaba un rastro espectral.
Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma en mis libros,
ni consuelo a la pérdida abismal
de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
y aquí nadie nombrará.

Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas me embargaba de dañinas dudas
y mi sobresalto era tal que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:

«No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
un tardío visitante esperando en mi portal.
Sólo eso y nada más».

Más de pronto me animé y sin vacilación hablé:
«Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
que dudé de haberlo oído...», y abrí de golpe el portal:
sólo sombras, nada más.

La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
pero en ese silencio atroz, superior a toda voz,
sólo se oyó la palabra «Leonor», que yo me atreví a susurran..
sí, susurré la palabra «Leonor» y un eco volvióla a nombrar.
Sólo eso y nada mas.

Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
«Esta vez quien sea que flama ha llamado a mi ventana;
veré pues de qué se trata, qué misterio habrá detrás.

Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
¡Es el viento y nada más!»

Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
fue, posóse y nada más.

Esta negra y torva ave trocó, con su aire grave,
en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
«Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser osado,
viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?»
Dijo el cuervo: «Nunca más».

Que un ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
que se llamara «Nunca más».

Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,
como si en ello le fuera el alma, ni una sola sílaba más.
No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna hasta que al fin musité: «Vi a otros amigos volar;
por la mañana él también, cual mis anhelos, volará».
Dijo entonces: «Nunca más».

Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
«Sin duda -dije-, repite lo que ha podido acopiar
del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
que en su caída redujo sus canciones a un refrán;
que pergeñó, acorralado, este lúgubre refrán:
"Nunca, nunca más"».

Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
planté una silla mullida frente al ave y el portal;
y hundido en el terciopelo me afané con recelo
en descubrir que quería la funesta ave ancestral.
Qué pretendía esa torva ave, funesta y ancestral
al repetir: «Nunca más».

Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
¡Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,
y ya no usará nunca más.

Luego el aire se hizo denso,
como si ardiera un incienso
mecido por serafines de leve andar musical.
«¡Miserable! -me dije-; ¡Tu Dios estos ángeles dirige hacia ti
con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás! »
Dijo el Cuervo: «Nunca más».

« ¡Profeta -grité-, ser malvado; profeta eres, diablo alado!
¿Del Tentador enviado o acaso una tempestad
trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
a esta morada espectral? ¡Mas, te imploro,
dime ya, dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galaad!»
Dijo el Cuervo: «Nunca más».

« ¡Profeta -grité-, ser malvado; profeta eres, diablo alado!
Por el Dios que veneramos, por el manto celestial,
dile a este desventurado si en el Edén lejano
a Leonor, ahora entre ángeles, un día podré abrazar;
si a la radiante doncella en el Edén podré abrazar. »
Dijo el Cuervo: «¡Nunca más!».

«¡Diablo alado, no hables más!», dije, dando un paso atrás;
« ¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!
¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje
quiero sobre mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!»
Dijo el Cuervo: «Nunca más».

Y el impávido cuervo osado aun sigue, sigue posado,
en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
no se alzará... ¡nunca más!

martes, 15 de febrero de 2011

siento, soy nada...

siento muchas ganas de llorar, de tristeza y de alivio... de cambios y deseos personales... de no saber por donde ir, ni qué hacer y a la vez sí... siento angustia y felicidad... siento envidia y frustración personal... siento que no tengo nada... siento que mi vida es un desorden... siento que no haga nada que me gusta... siento que los demás avanzan, triunfan, les va bien y son algo... y yo siento que no soy nada y que se me pasa el tren cada vez más...

me siento triste, muy triste... tengo una mezcla de sentimientos que ni un psicólogo puede explicar... estoy muy angustiado...

hoy siento que una parte de mi vida se está extinguiendo... y se consume en queja, malestar y disconformidad personal...

:-(
:-/
:-S


lunes, 14 de febrero de 2011

Feliz Día! ♥


San Mateín y San Nanín se van a festejar el día de San Valentín!

Wiiiiiiiiiiiii! ♥

a Celebrar nuestro amor, pero no de hoy, sino de todos los días, porque tanto amor no alcanza para abarcarlo en 1 día!!

Te amooooooooooooooo Pimpollo!
:-D

Libertad Emocional!

A lo largo de nuestra evolución hacia un estado de liberación emocional, la mayoría de nosotros pasamos por tres etapas en nuestra forma de relacionarnos con los demás.

Primera etapa

En esta etapa, a la que nos referimos como ‘esclavitud emocional’, nos consideramos responsables de los sentimientos de los demás. Creemos que debemos esforzarnos constantemente en hacer felices a los demás. Y cuando nos parece que no lo son, nos sentimos responsables y obligados a hacer algo para que lo sean. Se trata de una actitud que nos lleva a ver a las personas que nos son más cercanas como una verdadera carga.

Hacerse responsable de los sentimientos de los demás puede ser a veces muy duro, especialmente en el caso de las relaciones íntimas. Es cuando se escuchan variaciones sobre el mismo tema:

“Cuando veo que mi pareja no es feliz o necesita algo que no le puedo dar, me siento agobiada. Tengo la impresión de estar en una cárcel, me ahogo y siento la urgente necesidad de liberarme lo más rápidamente posible’.

Se trata de la respuesta habitual de aquellos que ven el amor como la negación de sus propias necesidades y la obligación de satisfacer las necesidades del ser amado.

En la primera fase de toda relación es habitual que los dos miembros de la pareja experimenten un sentimiento de alegría y un deseo de comprensión mutua, junto con una gran sensación de libertad. Se trata de una relación estimulante, espontánea, maravillosa. Sin embargo, a medida que la relación se va volviendo más ‘seria’, puede ser que cada uno se sienta responsable de lo que siente el otro.

Si yo fuera una de estas personas, podría hacerme cargo de la situación valiéndome de una explicación como la siguiente:

“No soporto una relación que me anula. Cuando veo que mi pareja sufre, me siento perdido y necesito liberarme”.

Sin embargo, en caso de no llegar a este nivel de conciencia, lo más probable es que eche la culpa a la otra persona por el deterioro de la relación. Entonces podría decir:

“Mi pareja es una persona tan necesitada y tan dependiente que concede una importancia excesiva a nuestra relación”.

En tal caso, mi pareja haría bien rechazando la idea de que sus necesidades están mal. Si aceptara esta acusación, no haría sino empeorar las cosas. En lugar de ello, podría ofrecer una respuesta empática para enfocar el dolor que me provoca ese estado de esclavitud emocional:

“O sea, que te sientes presa del pánico. Te cuesta mucho ceñirte al profundo amor que sentimos el uno por el otro sin convertirlo en una responsabilidad, un deber, o una obligación. Tienes la sensación de que se te ha acabado la libertad porque crees que debes ocuparte constantemente de mí”.

Sin embargo, en lugar de una respuesta empática, dice: “¿Estás tenso porque te exijo demasiado?”, lo cual nos enreda en una especie de esclavitud emocional que contribuye a hacer más difícil la supervivencia de la relación.


Segunda etapa

En esta etapa nos damos cuenta del elevado precio que pagamos al asumir la responsabilidad de los sentimientos de los demás e intentar adaptarnos a ellos a expensas de nosotros mismos. Quizá nos irrite pensar que hemos desperdiciado la vida, que hemos respondido muy poco a las solicitudes de nuestra alma. Cuando me refiero a esta etapa, la llamo jocosamente, ‘la etapa ofensiva’, porque acostumbramos a hacer comentarios ofensivos como: “¡Este es un problema que sólo te afecta a ti! Yo no soy responsable de tus sentimientos”. Sabemos muy bien que no somos responsables, pero no sabemos de qué somos responsables ante los demás de forma que no nos esclavice emocionalmente.

Puede ocurrir que cuando salgamos de la etapa de esclavitud emocional, sigamos arrastrando residuos de temor y sentimiento de culpabilidad en lo que se refiere a nuestras necesidades. No es raro, por tanto, que acabemos expresándolas de una manera que puede parecer rígida e inflexible a oídos de los demás. Cuando nos encontramos en la ‘etapa ofensiva’, la liberación emocional comprende algo más que la simple manifestación de nuestras necesidades.


Tercera etapa

En la tercera etapa, llamada ‘liberación emocional’, respondemos a las necesidades de los demás con una amplia gama de sentimientos que emergen desde la libertad, tales como la compasión; nunca por miedo, sentimiento de culpabilidad o vergüenza. Así pues, nuestros actos nos colman de satisfacción no sólo a nosotros mismos, sino también a las personas que son objeto de nuestros esfuerzos. Aceptamos la plena responsabilidad de nuestras intenciones y nuestros actos, pero no nos hacemos responsables de los sentimientos de los demás. La liberación emocional implica expresar claramente cuáles son nuestras necesidades, pero manifestando también que tenemos en cuenta las necesidades de los demás y que nos interesa que asimismo se vean satisfechas.

lunes, 7 de febrero de 2011


ANTES DE LAS 6
SHAKIRA

Y hoy te ves tan extraño
duro como una roca
si te mostré pedazos de piel
que la luz del sol aún no toca.
Y tantos lunares que ni yo misma conocía
te mostré mi fuerza bruta
mi talón de Aquiles, mi poesía.
Qué harás sólo una historia más
qué haré si no te vuelvo a ver
oh, oh
Si desde el día en que no estás
vi la noche llegar mucho antes de las seis
si desde el día en que no estás
vi la noche llegar mucho antes de las seis
mucho antes.
No dejes el barco
tanto antes de que zarpemos
hacia una isla desierta
y después, después veremos
si me ves desarmada
por qué lanzas tus misiles
si ya conoces mis puntos cardinales
los más sensibles y sutiles
Qué harás, la vida te dirá
qué haré si no te vuelvo a ver
oh, oh
Si desde el día en que no estás
Vi la noche llegar mucho antes de las seis
Si desde el día en que no estás
Vi la noche llegar mucho antes de las seis
Mucho antes de las seis.
Mucho antes.

domingo, 6 de febrero de 2011

Enfermedad Real vs. "Desorden" Mental!

LOS “TRASTORNOS” PSIQUIÁTRICOS NO SON ENFERMEDADES MÉDICAS. No hay exámenes de laboratorio, escaneos del cerebro, rayos X o pruebas de desequilibrio químico que puedan comprobar que cualquier trastorno mental es una condición física. Esto no quiere decir que las personas no se deprimen, o que la gente no puede experimentar la coacción emocional o mental, pero la psiquiatría ha redefinido estas emociones y comportamientos como "enfermedad" con el fin de vender drogas. Esta es una brillante campaña de marketing, pero no es ciencia.

“…la psiquiatría moderna todavía tiene que demostrar convincentemente la causa genética o biológica de por lo menos una sola enfermedad mental… A los pacientes se les ha diagnosticado ‘desequilibrios químicos’ a pesar de que no existen pruebas para respaldar tal afirmación… no hay un concepto real de la apariencia de un equilibrio químico correcto”. —David Kaiser, psiquiatra

“No existe el desequilibrio químico. Cuando la gente viene a mí y dice: ‘Tengo un desequilibrio químico’, les respondo: ‘Muéstrame tus exámenes de laboratorio’. No hay pruebas de laboratorio. Entonces, ¿qué es el desequilibrio bioquímico?”. - Dr. Ron Leifer, psiquiatra de Nueva York.

"Todos los psiquiatras tienen en común que cuando son capturados por la cámara o el micrófono, se agachan y admiten que no hay cosas tales como los desequilibrios químicos o enfermedades químicas, ni hay exámenes o pruebas para ellos. Lo que hacen en la práctica, que se extiende en todos los casos, es revocar el derecho de consentimiento informado de cada paciente y envenenarlos en el nombre de "tratamiento”, lo cual no es nada más que criminal ". Dr. Fred Baughman, Jr. Pediatra Neurólogo

La psiquiatría hace “afirmaciones no comprobadas de que la depresión, la enfermedad bipolar, la ansiedad, el alcoholismo y muchos otros trastornos son de hecho, básicamente biológicos y probablemente tienen un origen genético... Este tipo de fe en la ciencia y el progreso, es asombroso, sin decir que es ingenuo y tal vez delirante”. —David Kaiser, psiquiatra

Mientras que "no ha habido escasez de explicaciones bioquímicas para supuestas condiciones psiquiátricas ... ninguna de ellas ha sido probada. Por el contrario, en cada instancia donde se pensó haber encontrado tal desequilibrio, más tarde se probó que era falso”. – Joseph Glenmullende, Psiquiatra de la Facultad de Medicina de Harvard

“Se aferran a las teorías no sólo porque no hay nada que tome su lugar, sino también porque son útiles para promocionar el tratamiento con drogas”. Dr. Elliot Valenstein Ph D., autor de Culpando al Cerebro

“No existen análisis de sangre o pruebas biológicas que determinen la presencia o ausencia de la enfermedad mental, como existen para la mayoría de las enfermedades del cuerpo. Si se desarrollara una prueba de este tipo, entonces la condición dejaría de ser una enfermedad mental y se clasificaría como síntoma de una enfermedad física”. Dr. Thomas Szasz, Profesor Emérito de Psiquiatría, Facultad de Medicina de Nueva York, Siracusa

“Creo que hasta que el público y la psiquiatría misma se den cuenta de que las etiquetas del DSM no son sólo son inútiles como ‘diagnóstico’ médico, sino que también tienen el potencial para hacer grandes daños; en especial cuando se les utiliza como medios para negar las libertades individuales, o como armas en manos de psiquiatras que actúan como pistoleros del sistema legal”. – Dr. Sydney Walker III, psiquiatra

“Ningún indicador bioquímico, neurológico o genético ha sido identificado para el trastorno de déficit de atención, el trastorno de oposición desafiante, la depresión, la esquizofrenia, la ansiedad, el abuso compulsivo de drogas, alcohol y comida, los juegos de azar o cualquier supuesto mal, enfermedad o trastorno mental”. Dr. Bruce Levine, Ph.D., psicólogo y autor de La Rebelión del Sentido Común

“Contrario a los diagnósticos médicos que proveen una causa probable, tratamiento apropiado y un resultado posible, los desórdenes enumerados en el DSM-IV son términos establecidos por consenso”. – Tana Dineen, Ph. D., Psicóloga canadiense

viernes, 4 de febrero de 2011

Terapia!


Me doy cuenta que la Sesión de Terapia tiene efecto Tequila: te empieza a pegar un poco después y cuando eso ocurre terminás dado vuelta y revolucionado... je!

Así estoy...
Hoy me dió para que tenga...


En fin, todo productivo y en pos de mi bienestar... pues claro!

:-) :-/

jueves, 3 de febrero de 2011

Boletos!


Si tan solo los boletos de viajes que tomamos en nuestras vidas pudieran contar, hablar, demostrar lo que uno emprende en cada uno de esos viajes o destinos de los mismos…
Si tan solo un boleto pudiera mostrar la cara de tu papá al verme…
Si tan solo un boleto pudiera reflejar tu cara de felicidad cuando me viste en tu hogar…
Si tan solo un boleto pudiera ser capaz de contabilizar la velocidad en que mi corazón latía ese día…
Si tan solo un boleto pudiera demostrar la intensidad de mis nervios cuando llegué y estaba allí…
Si tan solo un boleto pudiera sentir el amor que nos tenemos…
Si tan solo un boleto pudiera denotar ese cosquilleo que sentía en mi panza cuando viajaba a tu casa a verte… y la ansiedad, ni te cuento…
Si tan solo un boleto pudiera cobrar vida y contarnos todo esto, sería una manera más de expresar algo que, muchas veces, un simple papel no puede hacerlo, pero no por ello es menos importante y sentimental…

Je!

Ese día, esas horas, esos colectivos y esos viajes no me los olvido nunca más en mi vida, Mateíto González del Majallá de mi Corazón!! :-D


Te Amo! ♥